Angostura, Bolívar, Ciudad Bolívar, Cultura, Guayana, Historia, Orinoco, Turismo, Venezuela

Sitios de Interés en CIUDAD BOLIVAR

 El Puente Angostura Sobre el río Orinoco, es el único puente que atraviesa este río, lo hace en su parte más angosta. Se extiende en un bello arco con una longitud de 1.678 m, la luz central es de 5,30 m, a una altura de 57 m y dista unos cinco km de Ciudad Bolívar. El Mirador Angostura También ubicado frente al río Orinoco en su punto más angosto, está construido sobre las bases de un fuerte colonial, el Fortín de San Miguel, que protegía la Angostura; desde aquí se obtiene una excelente vista del río Orinoco, del Puente Angostura y a la izquierda la Piedra del Medio, a la que Humboldt llamó el Orinocómetro (medidor del Orinoco), con una mirada podrá conocer la altura del río; al final de la estación seca -usualmente en Marzo- la Piedra del Medio se alza unos 18 msnm y al comenzar las lluvias y crecer el río, la piedra parece irse sumergiendo en él. Aguas abajo de la Piedra del Medio se encuentra la Fosa de Angostura que alcanza una profundidad de 150 msnm. Durante las fechas de agosto cuando usualmente el río se encuentra en los niveles más altos, los peces zapoara -de aletas rojas y escamas multicolores- salen de las lagunas marginales a desovar en el río principal, este evento ocurre en un período de tiempo muy corto y es en esa época cuando se celebra la famosa Feria de la Pesca de la Zapoara. Hay un muy conocido refrán que dice así: si un visitante come zapoara se queda en Guayana pero si se come la cabeza, se casa con una guayanesa. En el Paseo Orinoco el Museo de Ciudad Bolívar; se creó en la casa colonial donde se elaboraba «El Correo del Orinoco», órgano oficial del Congreso de Angostura. En este museo se exponen muestras de la historia de la ciudad. Es aquí, -en aquel entonces casa Nº. 83 de la calle de La Muralla frente al Orinoco, propiedad de José Luis Cornieles- donde se instala el primer taller tipográfico -imprenta- encargado por Bolívar, transportado desde Jamaica o Trinidad por la goleta nacional «María» y llega a ciudad de Angostura entre el 1ro y 4 de octubre de 1817. El primer director o gerente del establecimiento fue el inglés Andrés Roderick con rango de «Impresor del Supremo Gobierno» y luego «Impresor del Gobierno», a quien le tocó iniciar lo que pudiera llamarse el ciclo heroico o épico de la imprenta con la impresión de membretes oficiales, decretos y resoluciones del Libertador. El 27 de junio de 1818 apareció la primera edición del semanario «Correo del Orinoco» cuya existencia habría de prolongarse hasta la Nº 128 del 23 de marzo de 1822. En enero de 1821 el periódico se mudó a los bajos del Palacio de Gobierno (Casa del Congreso de Angostura). La extinción del periódico se debió al traslado de la capital a Cúcuta y a la consiguiente carencia de redactores. Actualmente, después de varias mudanzas, la prensa fue devuelta a Ciudad Bolívar y colocada en el Museo de Ciudad Bolívar de la Casa del Correo del Orinoco. El Libertador creyó que «la prensa es la artillería del pensamiento» e hizo del «Correo del Orinoco» su gran tribuna periodística. En las páginas del periódico guayanés aparecen varios de sus más famosos documentos como el Discurso ante el Consejo de Estado del 1 de octubre de 1.818 (Nº 12); la Declaración de la República de Venezuela del 20 de noviembre del mismo año (Nº 16) y el célebre Discurso leído al Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819 (Nº 19, 20, 21 y 22). «El Correo del Orinoco» fue un combatiente de primera fila que divulgó con acierto el ideario independentista, refutó victoriosamente a la realista «Gaceta de Caracas» y sirvió de instrumento eficaz a la diplomacia libertadora». Manuel Alfredo Rodríguez. La Guayana del Libertador El Cuadrilátero Histórico de Ciudad Bolívar Está conformado por la Plaza Mayor, La Catedral, La Casa de los Gobernadores, La Casa de la Real Intendencia y la Casa del Congreso de Angostura. La Plaza Bolívar , en ella se encuentra un monumento a Bolívar y cinco figuras que representan los cinco países libertados por El Libertador : Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. En esta misma plaza, en la pared lateral de la iglesia, en la tarde del 16 de octubre de 1817 fue ejecutado el General en Jefe Manuel Carlos Piar, acusado de «insubordinado, desertor, sedicioso y conspirador». En su defensa el coronel Fernando Galindo -enemigo personal de Piar y, en razón de tal circunstancia, seleccionado por éste como su defensor- alegó: «éste -el acusado- es el mismo General Piar que tantas veces ha dado vida a la República, que ha roto las cadenas de tantos venezolanos y que ha libertado Provincias; que su espada es más temible a los españoles que lo es la de Napoleón; y que a su presencia han temblado todos los tiranos de Venezuela, que sus trabajos y persecuciones serán un triunfo más para nuestros verdugos y los complacerán más que diez batallas» . O’Leary. Ese mismo día Piar oyó la sentencia, se confesó con el Pbro. Domingo Remigio Pérez Hurtado, besó un crucifijo de plata y, según testimonio del capitán Juan José Conde, dijo lo siguiente: «Hombre salvador, esta tarde estaré contigo en tu mansión: ella es la de los justos, allá no hay intriga, no hay falsos amigos, no hay alevosos…. A tí, los judíos te crucificaron, tú mismo sabes porqué y yo… y yo por simplón voy a ser fusilado esta tarde. Tú redimiste al hombre y yo liberté a este pueblo, ¡qué contraste!». Blanco y Azpurua. Manuel Alfredo Rodríguez. La Guayana del Libertador La Catedral que ocupa el lado oriental de la plaza, está dedicada a Nuestra Señora de las Nieves -cuyas festividades se celebran el 5 de agosto de cada año-; el proyecto original fue del ingeniero militar Bartolomé de Amphoux.Su construcción la inició en 1.771 el fundador de la ciudad Joaquín Moreno de Mendoza y se concluyó en 1.840. Fue inaugurada en 1.840. La Casa de los Gobernadores de la Colonia situada al sur de la Plaza Bolívar, fue ocupada desde 1766 hasta 1777 por Don Manuel Centurión, hombre de gran visión e iniciativa; durante su administración fundó cuarenta pueblos y estableció la primera escuela secundaria. Desde los balcones de la casa, Bolívar presenció el fusilamiento del General Piar. El Palacio de Gobierno del Estado Bolívar, anteriormente la Casa de la Real Hacienda; oficinas de la administración fiscal del Rey. Su construcción original era de una sola planta, pero durante el gobierno de Cipriano Castro fue construido el piso superior. Desde 1869 es utilizada como Palacio de Gobierno Regional. La Casa del Congreso de Angostura o Palacio de Angostura ubicado en el lado occidental de la plaza, fue construido por el Gobernador Centurión en 1766 para el Colegio Nacional de Guayana. También fue el escenario del Congreso de Angostura. La Casa de la Cultura Ubicada en la esquina noreste de la plaza al frente de la Catedral. Casa de Prisión del General Piar En 1817 sirvió de prisión al general Carlos Manuel Piar. Todavía se conserva el aposento donde estuvo recluido mientras era enjuiciado. La Cárcel Vieja Actualmente alberga el Archivo General de Guayana y el Instituto de Historia. Fue restaurado por el arquitecto Graziano Gasparini. La Casa de las Doce Ventanas. Plaza Miranda – Fortaleza el Zamuro La Plaza está situada al sur de la zona colonial de la ciudad, a cuatro cuadras de la Plaza Bolívar. Desde esta plaza se capta una muy buena vista de la Fortaleza el Zamuro. Construido en 1902 sobre lo alto de un cerro, estuvo en uso durante las contiendas civiles de 1903. La actual avenida que llega hasta el fortín se denomina Avenida de los Héroes por los catorce héroes cuyos bustos en bronce, esculpidos por Arturo Rus Aguilera, bordean la entrada. Casa Museo de San Isidro La quinta de San Isidro fue la casa de hacienda de José Luis Cornieles, alcalde provincial del primer Consejo Municipal de Angostura, gran amigo de Bolívar. Fue en esta hacienda cafetalera -ubicada en el campo- donde frecuentemente se alojaba Bolívar, y fue allí donde escribió su famoso Mensaje al Congreso de Angostura de 1819. Museo de Arte Moderno Jesús Soto En 1963 se constituyó como ente privado la Fundación de Arte Moderno Jesús Soto, teniendo como base operativa y patrimonio fundamental la importante colección de arte abstracto internacional reunida por el maestro Soto, en la que numerosas propuestas plásticas del propio artista -fundador- mantenían abierta confrontación con las de muchos otros creadores del arte de nuestros días. En 1986 se constituyó oficialmente la Fundación Museo de Arte Moderno Jesús Soto. Museo Geológico y Minero de la Guayana Este museo fue organizado por los estudiantes de la Escuela de Minas de la Universidad de Oriente. Consta de una sección dedicada a las minas donde se exhiben modelos de los métodos de exploración y de la maquinaria usada en la perforación, extracción y transporte de los materiales, además de la historia de las principales minas de Venezuela, incluyendo las de hierro del Cerro Bolívar y de El Pao y la de oro de El Callao. También hay una pequeña sección que ilustra las técnicas usadas en la minería de diamantes. Adicionalmente, exhibiciones de Mineralogía y Petrología, Paleontología y Geología Histórica.

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Bartolomé Tavera Acosta

TÓPICOS Y SEMBLANZAS / Américo Fernández 27 de Enero 2012

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En agosto de 1910, la Universidad de Bogotá confirió al etnólogo e historiador, Bartolomé Tavera Acosta, el grado de doctor en filosofía y letras. Pocos lo sabían, pues el personaje era tan sencillo que no tenía por qué hacer ostentación de ese título que para la época era de mucha valía, consideración y admiración.

Entonces, Ciudad Bolívar y Guayana en general, tuvieron comunicación fluida con Bogotá a través del Orinoco y el Meta, la tenía desde los mismos tiempos de la Colonia y de la República. Recordemos que primero que a Venezuela, el Liberador liberó a Nueva Granada atravesando Los Andes.

Bartolomé Tavera Acosta, cuando recibió ese título, residía en Ciudad Bolívar y dedicaba su extraordinaria capacidad de investigador a la Provincia de Guayana. Aquí llegó a ocupar honrosos cargos, entre ellos, secretario general de Gobierno, concejal, legislador, inspector de Aduana y gobernador del Territorio Federal Amazonas. Él era de Carúpano de donde también era el poeta Andrés Mata, quien vivió en Ciudad Bolívar, y desde donde escribió su primer libro de poesía, mucho antes de fundar el hoy más que centenario diario El Universal.

Vida intensa tuvo este polígrafo en Ciudad Bolívar. Vivía en la calle Libertad, frente al edificio de Eugenio Berletta, sede más tarde del Liceo Sucre y después corresponsalía de El Nacional. Allí frente a ese edificio donde dio sus primeros pasos la telefonía bolivarense, escribió la mayoría de sus treinta obras, entre ellas Anales de Guayana que es la crónica más densa escrita de la región desde la Colonia hasta la Guerra de los Azules. Tiene algunos errores, como señaló Manuel Alfredo Rodríguez, pero de poca monta y que en nada opacan la labor de este hombre que se desveló noche y día para perpetuar nuestra memoria.

El historiador Ramón Armando Rodríguez, en su Diccionario Biográfico e Histórico de Venezuelaseñala que posiblemente después de Arístides Rojas, ha sido Tavera Acosta, el venezolano que ha tratado mayor número de asuntos sobre nuestro país.

Pascual Venegas Filardo afirma por otra parte, que la obra de Tavera Acosta es vasta y compleja, comprende temas de historia venezolana, etnología, lingüística, espeleología y geografía. Esta última, sin ser la más extensa, es, no obstante, una de las más interesantes por lo que aporta al conocimiento geográfico del sur de Venezuela.

Siendo gobernador del Territorio Federal Amazonas, designado por el presidente Cipriano Castro, de cuyo nacionalismo era admirador, escribió Río Negro libro donde se condensa la historia de aquella región que en un tiempo fue turbulenta por la ambición que despertó en mucha gente la explotación del caucho y las resinas. Bastaría con recordar a Tomás Funes y las peripecias que vivió hasta parar en la cárcel de Ciudad Bolívar, el escritor Rufino Blanco Fombona, quien también fue gobernador del selvático territorio cuya capital entonces era San Fernando de Atabapo.

En el estado Bolívar sólo un liceo, el de Upata, recuerda su nombre, pero al escritor lo recuerdan más los bolivarenses por su libro Anales de Guayana, que como bien expresó en el prólogo de una reedición el historiador Manuel Alfredo Rodríguez “…es el fruto de una larga investigación centrada en los archivos de Ciudad Bolívar y los errores que seguramente tiene son de escasa monta al lado de sus grandes méritos. De ahí que los Anales sea un libro caro al corazón de los guayaneses”. Sus últimos días transcurrieron en el estado Aragua del que fue su senador, secretario general y gobernador. Falleció en Maracay el 8 de febrero de 1931, a la edad de 44 años, este historiador de origen carupanero.

TÓPICOS Y SEMBLANZAS/Américo Fernández.

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Juan Fernández Amparan


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Ciudad Bolívar desde tiempos de la Colonia tuvo varias fortalezas. Tuvo el San Gabriel, el primero, en La Escollera. Tuvo El Brillante, convertido en El Capitolio y en su frente el polvorín Santa Bárbara transformado en la Caja de Agua y el Buena Vista sobre cuyo proyecto se levantó el Fortín El Zamuro (en la foto) que decidió el triunfo del gobierno sobre la Revolución Libertadora en julio de1903, cuando fue tomado a sangre y fuego por el general Juan Fernández Amparan, quien a raíz del suceso se erigió en uno de los militares de confianza de Juan Vicente Gómez.

Juan Fernández Amparan, más que un profesional militar era un hombre de selva, explorador de minas, creador de ganado, atraído no obstante por el imán de la política. Era hijo de Juan Cristóbal Fernández Oliveros y María Manuela Amparan Moleiro, padres ambos de Sofía Fernández de Lezama, presidenta que fue de la Federación de Ganaderos de Venezuela, y de doña América (Menca) Fernández casada con el Presidente de la República Raúl Leoni y fundadora de la Fundación del Niño.

Fernández Amparan por cuyas venas corría sangre hispana y francesa, aparece como uno de los fundadores de El Manteco, donde fomentó el Hato Puedpa, uno de los más importantes del Estado y donde nació toda su familia. Lo fomentó con los beneficios obtenidos de las minas. A él se le reconoce como el descubridor de las más importantes minas de Guayana, entre ellas, las minas de diamantes del Polanco en la región colindante con Brasil, y las del 88 en el Alto Cuyuní. Del Polanco emergió la piedra preciosa más grande hasta hoy conocida, el “Diamante de Barrabás”. Exploró durante ocho años las zonas potencialmente mineras de Guayana, desde el Alto Paragua hasta salir por La Escalera o Piedra de la Virgen para penetrar en el mismo corazón de la Gran Sabana. Gallegos se inspira en su figura al concebir uno de los personajes de su novela Canaima.

La toma de la fortaleza de El Zamuro que tanto renombre le dio a Juan Fernández se produjo entre el 19 y 20 de julio de 1903 al enfrenarse los 3.500 soldados del Gobierno contra los 2 mil de la Revolución Libertadora comandada por el general Nicolás Rolando y el Capitán Ramón Cecilio Farreras que era el gobernador civil y militar de Guayana tras un golpe de estado contra el Presidente del Estado Julio Sarrías.

Gómez había dispuesto la toma de Ciudad Bolívar con sus oficiales más aguerridos y dejado a los generales Eustoquio Gómez, Juan Fernández, Anselmo Zapata y José Antonio Farías en la reserva y puntos intermedios de las fuerzas de reservas.

De manera que cuando tuvo noticias de que en el interior de la fortaleza se había registrado una sublevación contra el comandante Eduardo Azanza, quien resultó gravemente herido, envió a Juan Fernández con una tropa a sumarse a los insurgente y ponerle mano a la fortaleza como en efecto ocurrió consolidando esa posición a favor del Gobierno y decidiendo al final la contienda con fuego vivo de artillería contra los revolucionarios que pronto se rindieron.

Con vela tan alta y una vez pacificada Guayana, Juan Fernández Amparan pasó a comandar el Batallón 21 de Diciembre con asiento en El Capitolio que de inmediato mandó a reparar debido a los estragos de la guerra. Posteriormente, el 24 de febrero de 1909, el general Juan Fernández Amparan fue designado comandante de Armas del Estado Bolívar. De aquí pasó luego a gobernador del Territorio Federal del Yuruari, gobernador de Trujillo, Monagas y finalmente Portuguesa.

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La antigua Catedral de Ciudad Bolívar


Así como la vemos en la gráfica, pobre y deprimida, era la iglesia Catedral de Ciudad Bolívar hasta el 25 de mayo de 1922 que comenzaron los trabajos de refaccionamiento y ampliación de longitud hacia la calle Amor Patrio, abarcando el Oratorio de San Antonio, trabajos que se encomendaron al constructor para la época más reputado de la ciudad, Antonio Valera Villalobos.

Muy poco tiene que ver la Iglesia Catedral de Ciudad Bolívar del siglo diecinueve y parte del veinte al lado de la Catedral actual, alta y monumental y de presencia dominante dentro del contexto urbano del cuadrilátero histórico.

Lo único dominante de la Catedral antigua era la torre campanario con su cúpula y molduras de claro estilo neoclásico. La Iglesia Catedral remataba en la calle Amor Patrio casi por la mitad de la Plaza Bolívar. Separada de ella en la misma calle, el Obispo de la Diócesis, Monseñor Antonio María Durán, había hecho construir el Oratorio de San Antonio, su santo onomástico preferido y por el que promovió una devoción extendida a lo largo de la vía, entonces de tierra, que conducía hacia el puente Gómez. Extendida porque la Municipalidad la decretó Paseo San Antonio.

El Oratorio se había construido en 1901. Era de regular dimensión, tenía en los lados dos jardincillos y la imagen introducida era parecida a la que se venera en el Asilo de la Providencia de Caracas.

Por cierto que el 14 de enero de 1901, ese Oratorio de San Antonio había sido profanado y robado. Lo despojaron de su alfombra, de los floreros y el escobillón, originando una condena indignante de la feligresía.

Pero la devoción por San Antonio terminó por extinguirse. Se fue extinguiendo después del fallecimiento de Monseñor Antonio María Durán, ocurrido el 16 de junio de 1917, hasta el punto que el Paseo San Antonio pasó con el tiempo a llamarse Paseo Moreno de Mendoza y la Capilla terminó integrada a la Catedral y convertida en Sacristía.

La ampliación de la Catedral sacrificando el Oratorio de Monseñor Durán, la dispuso el obispo de la Diócesis de Guayana, Monseñor Sixto Sosa, alegando comodidad y holgura para los ritos religiosos. Los trabajos fueron llevados a cabo por el alarife Antonio Valera Villalobos. Fue la última obra material del prelado nativo del Tinaco, toda vez que había sido preconizado ese mismo año por el Papa Pío XI, Obispo de la recién creada Diócesis de Cumaná y Nueva Esparta.

Para cerrar su gestión diocesana con broche de oro, el Obispo pidió y fue complacido al Presidente del Estado, Vicencio Pérez Soto, elevar a Santa Ana a la categoría de Parroquia Eclesiástica.

De hecho, Santa Ana venía funcionando como parroquia desde que Monseñor Antonio María Durán introdujo en la diócesis a varios sacerdotes de la Orden de los Agustinos y le adjudicó a ellos la iglesia que es la segunda levantada en la ciudad después de la Catedral.

La Iglesia de Santa Ana, en la entonces calle Amazonas, se levantó sobre una casa donada para tal fin por la señora Ana María Méndez de Pulido, según documento público del 31 de enero de 1856. Los trabajos se realizaron bajo el Provisorato del sacerdote José Leandro Aristeguieta, pariente cercano del Libertador y quien llegó a ser Deán de la Catedral y Vicario Capitular de la Diócesis de Guayana. Fue bendecida por el Obispo José Manuel Arroyo y Niño. Además de la patrona Santa Ana, cuyas festividades realiza la comunidad el 26 de julio, fue entronizada también en 1893, la imagen de la Santísima Trinidad, siendo cura interino de la parroquia el Pbro. doctor Jesús María Alvarado.

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José María Vargas Vila

TÓPICOS Y SEMBLANZAS/Américo Fernández PDF Imprimir E-mail
Viernes, 25 de Noviembre de 2011


 El 6 de diciembre de 1921 el periodista hispano Valentín de Pedro entrevistó al escritor José María Vargas Vila novelista colombiano que vivió en Ciudad Bolívar junto con el poeta Andrés Mata a finales del siglo diecinueve. La entrevista fechada en Barcelona, España donde residía, habla de la vida burguesa del intelectual y político, de su pensamiento revolucionario, rebeldía, soledad, aureolado de leyenda y de gran prestigio intelectual.

Amigo del bohemio Rubén Darío, lo tildó una vez de “cerdo con una estrella en el cerebro”. Sabía, no obstante su insoportable bohemia, que era un buen poeta lírico, al igual que Ortega y Gasett, a quien estimaba como lo mejor de los intelectuales españoles: “Su libros son de los pocos que no se me caen de las manos”, solía decir como también para él Ramón del Valle Inclán, era el mejor escritor de habla hispana. En cambio, no podía afirmar lo mismo de Miguel de Unamuno, a quien criticaba de prestidigitador, muy inteligente, claro, pero que a veces daba unos saltos mortales. Del escritor José Martínez Ruiz (Azorín) decía que era “un hacedor de alfeñiques literarios”. A Ramón Pérez Ayala, lo veía como “un mastodonte literario, cuya sabiduría aburría” y a Pío Baroja, como un “vasco bruto”.

Vargas Vila que terminó viviendo en uno de los barrios aristocráticos de Barcelona (España) establecía un contraste entre su pensamiento revolucionario y su vida burguesa. Prácticamente abstemio, nunca se casó y se regodeaba en su soledad, la cual proclamaba y justificaba por la salvaje independencia de su pensamiento: “No puedo soportar la vida en sociedad porque no sé fingir”, respondía. Iba siempre bien vestido y quienes lo conocieron lo describían como un hombre de talla regular, abundante pelo, rostro bien rasurado, frente amplia y despejada, nariz recta, labios finos, ojos penetrantes e inquietos y lengua lujuriosa. Definía el amor como una cuestión de temperamento: sensual, sentimental o cerebral. Se reconocía ateo por insurrección de carácter. En ese sentido señalaba que cada día había un abismo entre Dios y él. Admitía a Dios como su enemigo -enemigo muy digno de él- como también confesaba que lo eran los Estados Unidos y la ortografía.

Vargas Vila fue rebelde contra la ortografía. Su estilo en el sentido de la puntuación era muy original. Abusaba del uso del punto y coma haciendo pausas confusas en una prosa desbordada y demasiado retórica, barroca y adjetivada. Un diplomático hispano al leer esta entrevista exclamó “¡Larga bilis!”.

José María Vargas Vila falleció en Barcelona (España), donde residía junto con Ramón Palacio Viso, un joven poeta que conoció y adoptó como hijo mientras vivió en Venezuela, evadiendo la persecución política y religiosa de su país.

Vargas Vila llegó a Venezuela desde Maracaibo. Su meta era Caracas, pero estuvo estacionado un buen tiempo en Ciudad Bolívar, aguardando que se aclarara el panorama político de su país donde el radicalismo liberal que profesaba con inusitada pasión, estaba siendo castigado por el movimiento de Regeneración, llevado a cabo a partir de 1885 por el gobierno de Rafael Núñez. Era la época de Joaquín Crespo, a quien el escritor llamó el Páez de los modernos tiempos. En Ciudad Bolívar prácticamente inició su carrera de novelista y arreció sus artículos y panfletos que enviaba a Colombia, invitando a luchar contra la tiranía, el tradicionalismo y el clero.

Varga Vilas fue hospedado por el rector del Colegio Federal en la Casa del Congreso de Angostura junto con el poeta Andrés Mata. Allí terminó de escribir su primera novela Aura o las violetas que mandó a publicar ese mismo año de 1887 a Cúcuta.

TÓPICOS Y SEMBLANZAS/Américo Fernández.

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Inundación del Orinoco en 1909


TÓPICOS Y SEMBLANZAS/Américo Fernández

El Orinoco rompió el dique a la medianoche del 23 de agosto de 1909 y penetró a sus antiguos predios hasta nivelar sus aguas con las de la laguna, cubriendo el techo de numerosas casas de la parte baja y llegando escalonadamente hasta la mitad  de las aceras ubicadas en la cota superior.

La gente asoció la alta crecida del Orinoco con la llegada del cometa Halley, anunciada como el mayor fenómeno celeste que quizás haya observado la humanidad desde 240 años antes de Cristo, cuando fue registrado por primera vez.

El agua llegó al frente de los talleres del diario El Luchador y penetró hasta el patio de las familias Cambra, Núñez Machado, Machado, José Eugenio Sánchez, Siegert Marcó, Virgilio Casalta, Julio García, Alcalá Sucre y todas las de las calles El Porvenir, Rosario, Plaza Farreras, La Cloaca, El Cañón, Maturín, Zaraza, El Toro, El Remanso, Urica o Isla del Gato, Piar, Santa Justa, 28 de Octubre, Santa Rita y Orinoco; Solar de la Aduana Vieja, Barrio Santa Lucia (parte sur de la laguna), Barrio La Logia y Barrio El Chipolo.

Total: 442 casas inundadas. El casco parecía una isla y se comentaba que si después de 1903, año de la última crecida, se necesitaron seis años para reconstruir a medias las viviendas destruidas, por lo menos diez trascurrirían ahora para levantar de nuevo esas casas.

Pero esas viviendas podrían ser mejores, por lo menos a lo que el techo se refiere, según un anunció la firma Seijas & Madriz, que ofrecía introducir desde Nueva York una modalidad de techo considerado más barato, económico y duradero que la palma de Moriche. Tal era el De Ronde’s  Rooting.

El gobernador Arístides Tellería destinó 40 mil bolívares del presupuesto al mejoramiento de las defensas de la ciudad contra las periódicas embestidas del Orinoco. Preveía la reconstrucción del dique entre la parte Oriental de Santa Lucia y la Occidental de La Alameda, obra ésta que se encomendó a Juan Vicente Rodríguez.  El presidente de la República, Juan Vicente Gómez, dispuso de 6 mil bolívares para los damnificados más pobres, 545, según el censo del Obispo Antonio María Durán, presidente de la Junta de Socorro.

El represamiento del río San Rafael por la crecida del Orinoco aisló completamente a las posesiones rurales que existían en lo que es hoy La Sabanita, entre ellas la de Guillermo Lange, quien pidió al Concejo Municipal le concediera permiso para la construcción de un puente de hierro sobre San Rafael.  Tal permiso le fue concedido el 2  de septiembre por acuerdo del Concejo, para ser construido en un sitio escogido por la Comisión Permanente de Obras Públicas de la Municipalidad. Se declaró dicha obra de utilidad pública, y en consecuencia, expropiados los terrenos necesarios. Este puente de hierro se conoció por mucho tiempo como Puente Lange.

El desbordamiento del Orinoco en 1909, luego de reventar el dique de la laguna del Medio y recobrar sus antiguos predios, le inspiró a Juan de la Mar este soneto  dedicado al doctor J.M. Agosto Méndez:  “Ruge soberbio el caudaloso río / en la  larga prisión con que Natura / cortará su titánica bravura / y se estremece con heroico brío / En su acción destructora hacia el bohío / que el viejo dique con su tapia musga / veloz se precipita en una oscura noche /  sembrando la miseria impía / así no se arremete al proletario / al obrero infeliz que en su morada / cansado y lazo del trabajo diario / reposa dulcemente, blandamente / en los cálidos brazos de su amada / presa de la ventura más ingente”.

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Pueblo bolivarense recibió espada de libertaria de Simón Bolívar

Pueblo bolivarense recibió espada de libertaria de Simón Bolívar Sección – GeneralEscrito por Prensa Gobernación   Martes, 22 de Noviembre de 2011 12:10El Gobernador Rangel recibió la espada de nuestro Libertador.Continuando con el fuego vivo de la celebración de nuestro Bicentenario el Gobernador del estado Bolívar Francisco Rangel recibió la réplica de la espada de nuestro Libertador Simón Bolívar y la espada de Mapoya, las cuales reposarán en la Casa Congreso de Angostura en Ciudad Bolívar.Estas espadas libertarias fueron entregadas al Gobernador en el salón principal de la Casa del Congreso de Angostura por el comandante de la Quinta Brigada Fluvial de la Armada Vicealmirante Rafael Amadeo Da Silva Duarte acompañado de la comitiva nacional, para luego ser llevada a la Plaza de Bolívar y ser mostrada a la ciudadanía que se hizo presente.Rangel señaló durante la juramentación de las sociedades bolivarianas estudiantiles del estado que estuvieron recibiendo esta réplica de la espada de Simón Bolívar “…estoy muy agradecido por la presencia en este acto y en este sitio extraordinario e histórico y con profundo contenido, en este sitio donde estuvo nuestro Libertador y aquí estamos recibiendo esa réplica de su espada, ese símbolo de su libertad, del amor por los pueblos del América, de los pensamientos de la patria grande y nosotros recibimos esta espada en ese mismo salón donde dio su discurso de angostura”.Además el gobernador dijo que es un honor de que la capital histórica, Ciudad Bolívar, sea la primera plaza en donde llega la espada de nuestro Libertador y que el primer sitio fuera el salón donde nuestro libertador pintara aquella obra majestuosa y extraordinaria y que hoy tiene vigencia plena en este proceso de transformación de la Revolución Bolivariana.A su vez el Gobernador del estado Bolívar manifestó que habrá un programa completo para que los colegios vengan a la Casa del Congreso de Angostura para recibir clases magistrales en relación al significado de la réplica de la espada de Simón Bolívar, del Discurso de Angostura, de todo lo ocurrido durante toda esa lucha emancipadora.Por otra parte el primer Vicepresidente de la Sociedad Bolivariana Pablo Herrera manifestó que “esta espada entregada a nuestro libertador en 1825 en la provincia de Lima, Perú como muestra de gratitud por haber liberador del yugo del gobierno español, desde ese entonces esa espada de Bolívar se ha constituido en un símbolo de paz y justicia, esta espada esta recorriendo los países de América y del mundo y vamos a intentar llevar esta espada en todo el país, es de destacar que esta es la copia exacta de la que reposa en las bóvedas del Banco Central de Venezuela”.En tanto el Secretario de la Junta Administrativa del Ipasme manifestó que “en el marco de los 62 años nosotros tuvimos la iniciativa de traer estas espadas a este glorioso y honroso pueblo y así hacer posible un encuentro de las dos espadas, la replica de la espada del libertador y la espada que entregó el libertador a nuestros indígenas, se unen así la presencia miliar, la presencia de los indígenas y la afroamericana”.Esta espada estará hasta el mes de diciembre en la Casa Congreso de Angostura en donde recibirán a los pequeños de los colegios para así llevar los conocimientos de nuestro Libertador Simón Bolívar y sobre lo que significó esta sede por su historia viva.

vía Pueblo bolivarense recibió espada de libertaria de Simón Bolívar.

Historia, Venezuela

La definición de Venezuela

Venezuela, sus hombres y sus hechos

14/11/2011

El dos de noviembre de 1826 se sucede uno de los hechos estelares de nuestra Historia y de nuestra definición como nación, de conducta y responsabilidad propias no dependientes de ninguna autoridad sino de la nuestra.

Aquel dos de Noviembre de 1826 se reúne en Caracas, convocada por el Ilustre Concejo Municipal de la ciudad capital de Venezuela, una asamblea de representantes de las principales ciudades del país para que el Libertador Bolívar reconozca como bueno para Colombia el texto de la Constitución de Bolivia, regresando al sistema federal de Gobierno y rompiendo las ataduras que , por mandato de la Ley Fundamental de Colombia. Nos mantenía unidos y dependientes de Bogotá.-

Esta reunión se puede catalogar como uno de los más decididos esquemas del movimiento de separación de Venezuela de la Nueva Granada y del Ecuador. Se le conoce como la Cosiata, en una denominación peyorativa por pensar muchos de los participantes y observadores que se trataba de una “ cosita “ sin la mayor importancia.

A la asamblea asistieron representantes de Caracas, La Guaira, Petare, Ocumare del Tuy, Orituco, Santa Lucia, Villa de Cura, Maracay, Caucagua, La Victoria, Guarenas, Calabozo, San Sebastián de los Reyes, Turmero y Río Chico, ciudades venezolanas de relevancia. No hubo representación ni de los andes ni del oriente pero todos los presentes mantuvieron en pie sus ideas separatistas, insistiendo en que el Libertador debía dejar de lado la Ley de Angostura y de adaptar la de Bolivia, sin ataduras extrañas a la voluntad de cada país.-

Las oradores, cuya lista sería prolijo reproducir, bien argumentados y sin temores ni medios manifestaron, uno tras otro, las razones de la separación. Y, después de las primeras palabras, el proceso mismo de la asamblea se torno inmanejable y se aprueba, en medio del tumulto, seguir, sin cansancios ni sustos, con el proceso de separación política de la Gran Colombia, convocando al todo el pueblo para que se entere de su destino y acordando que se prepararan las separaciones legales que fueran necesarias.

Bolívar sería el blanco fijo de los ataques, Páez alza la voz para abjurar de Bogotá y de negar toda obediencia en lo futuro. Los Colegios Electorales deben ser convocados clama el líder llanero se debe, dice Paéz, votar por un Gobierno distinto al de Bogotá.- La acción disolvente y revolucionaria ya no se detendría más. Se echaba a rodar por el áspero y empinado abismo de la disolución una gran roca. Ella será incapaz de detenerse: el 10 de noviembre Páez convoca a la conciencia nacional y el 10 de enero de 1827 se reunirá en Valencia, epicentro del vigoroso cataclismo político que causa el derrumbe del colosal edificio administrativo de la Gran Colombia, el Congreso Constituyente de Venezuela.-

Todo empezó a quebrarse. Es el principio del fin del sueño Bolivariano de la Nación de Repúblicas. Hoy, en 1826, se inició el tiempo final del ensayo.

Muchos sienten plena justicia en la acción de Páez. Sin entrar en detalles es imperioso decir que si estos sucesos no se producen quizás fuéramos una provincia, la más rica y bella del Gobierno instalado en Bogotá.-

Juan de Dios Sánchez / Cronista de Baruta

vía La Región.

Angostura, Bolívar, Ciudad Bolívar, Historia

La explotación del caucho

TÓPICOS Y SEMBLANZAS/Américo Fernández

Miércoles, 09 de Noviembre de 2011

El caucho, árbol que crece en zonas de humedad alta, se localiza en la Cuenca del Caura y en el Alto Orinoco. Aquí en el Alto Orinoco, la CVG, en tiempos de Sucre Figarella, llevó adelante una siembra sistemática para recuperar este recurso explotado irracionalmente hasta 1920 cuando comenzó a disminuir su demanda en el mercado internacional a causa de la competencia que le hacían los cultivos de plantaciones asiáticas y la industrialización del caucho sintético.

Los árboles productores de caucho, balatá, aceite de copaiba, substancias colorantes, gomas y demás resinas que constituyen la riqueza de los bosques del Estado Bolívar, eran talados por los explotadores, a fin de extraer mayor cantidad de productos y obtener rápidas ventajas económicas.

En conocimiento el ejecutivo regional de tan indignante depredación, emitió un decreto disponiendo que sólo podían explotarse los árboles que alcanzaran el desarrollo necesario “por estar en condiciones de resistir los procedimientos de extracción sin que las incisiones y perforaciones que se hagan en cada árbol pasen de la primera y segunda capa cortical pudiendo descortezarse sólo el tronco de los árboles en tiras longitudinales que no excedan de cinco centímetros de ancho, alternando con fajas de corteza que se dejan de quince centímetros de ancho de manera que en los espacios descubiertos se reproduzcan la corteza, siendo indispensable cubrir dichas incisiones o perforación con arcilla o greda que impidan la putrefacción y muerte del árbol”.

El decreto estaba basado en una Resolución del Ministerio de Fomento del 13 de enero de 1907, prohibiendo en absoluto la tala de los árboles que en los terrenos baldíos de la nación contienen las substancias arriba mencionadas o alguna otra que tenga valor comercial distinto del intrínseco de la madera, así como todos los demás artificios que comprometan la vida de dichos árboles.

Después de que John Dunlop inventara los neumáticos en 1887, el caucho pasó a ser el oro blanco de la selva sudamericana. En el norte de la selva amazónica (abarca territorio venezolano, colombiano, ecuatoriano y brasileño) la fiebre del caucho provocó grandes masacres.

El rechazo a estos métodos criminales, avaros e injustificables ha quedado inscrito en las páginas de la literatura. La novela La Vorágine del colombiano José Eustacio Rivera o el libro El río, exploraciones y descubrimientos de en la selva amazónica de Wade Davis, son muestras de ello.

Los indígenas hombres fueron sometidos a la condición de trabajadores forzosos y las mujeres indígenas humilladas. Miguel Loayza, un capataz que tuvo Arana como matón y ayudante esclavizó a muchas indígenas entre nueve y trece años. Le servían de concubinas que permanecían encerradas para que él las violara cuantas veces quisiera. De acuerdo al escritor Wade Davis, los abusos eran tan notorios que les afectaba hasta la propia contextura física:

La explotación del caucho, más que en Guayana, tuvo sus grandes centros de operación en la Amazonía Peruana, Brasileña y Colombiana. Generó tal actividad que ciudades como Iquitos (Perú) o Manaos (Brasil) se transformaron en centros de gran prosperidad económica, pero también de los más lamentables abusos en contra de la especie humana.

En 1885 los ingleses sacaron semillas fuera de la zona y lograron plantarlas con éxito en las colonias asiáticas (Malasia) y zona subtropical de África (Liberia y Congo). A Liberia se le llegó a llamar el país de la Firestone, donde esta compañía tenía inmensas plantaciones. Hacia 1915 se comercializaron las primeras partidas de caucho de estas plantaciones a precios sin competencia posible para los caucheros de la Amazonía lo que provocó su debacle económica de la región y la de los caucheros.

vía TÓPICOS Y SEMBLANZAS/Américo Fernández.

Angostura, Bolívar, Ciudad Bolívar, Guayana, Historia, Venezuela

Guayana Esequiba

Guayana es una palabra amerindia que significa tierra de muchas aguas. Antes de la llegada de los europeos, la región estuvo habitada por tribus caribes y arahuacos, que la llamaban Guiana, palabra que derivó en Guayana. El nombre Esequiba proviene del Río Esequibo, que a su vez se deriva del apellido de Juan de Esquivel, lugarteniente de Diego Colón, en las primeras décadas del siglo XVI. En 1595 el pirata Walter Raleigh, organizó su primera aventura a la Guayana. En su fantasioso libro, “El descubrimiento del vasto, rico y hermoso imperio de la Guayaná,” recoge la leyenda de los hombres-rayas, de Sipapo, que tienen la boca en el ombligo. En 1713 España y Gran Bretaña firman el Tratado de Utrecht, por el cual la segunda se compromete a respetar los territorios españoles ocupados en América. En 1796 la colonia holandesa de Guayana fue tomada por los ingleses, que habían iniciado la introducción masiva de colonos y esclavos para sus plantaciones. En 1819 Venezuela, por el Congreso de Angostura, se incorpora a la Nueva Granada para formar la República de Colombia y en sus mapas se establece como la frontera oriental venezolana el curso del Río Esequibo.

vía Aporrea: La Guayana Esequiba: Algunos datos sobre su reclamación.